martes, 22 de abril de 2025

ATRIBUTOS DE LOS SOMATENES ARMADOS DE BALEARES 1929.

Desde mediados del siglo XIX y con la denominación de somatén ha venido funcionando en España y en especial en las zonas del Principado de Cataluña y hasta hace unos pocos años, una gran institución a modo de milicia civil armada, siendo su misión principal colaborar con las autoridades locales en el mantenimiento del orden y la paz.

La palabra somatenes viene de la palabra catalana som-attens, “estar atentos”; los somatenes tienen su origen en la Alta Edad Media catalano / aragonesa, teniendo como misión reunir en un paraje, pueblo o comarca a un grupo de hombres para defender sus tierras y sus gentes, ante todo aquello que ellos consideraban en contra de sus intereses, ya fuesen bandidos, invasores o leyes injustas promulgadas por las autoridades de la época. Ante la noticia de un posible peligro se hacía sonar la campana de la iglesia más próxima y los hombres acudían a la reunión para hacer frente a dicho peligro; a esta concentración con el paso del tiempo se le comenzó a llamar reunión de somatens “reunión para alarma”.

Con el paso del tiempo y ya en la Edad Moderna estas reuniones de somatenes se fueron acrecentando con la llegada de nuevos peligros, como por ejemplo los ataques de bandoleros y corsarios. Bajo el reinado de Felipe V, tras la guerra de Sucesión, estas reuniones pasaron a estar prohibidas por el peligro de tener partidas civiles armadas contrarias a la nueva organización política-administrativa que surgieron tras los decretos de Nueva Planta.

A pesar de que habían sido suprimidos los somatenes, el arraigo que había de unión ante el peligro hizo que nuevamente surgieran partidas durante la guerra de la Independencia, para combatir al invasor francés. Posteriormente durante el reinado de Fernando VII los somatenes participan en las luchas del Trienio Liberal. Durante el reinado de Isabel II y la Regencia de María Cristina, al haberse creado las Milicias Urbanas en parte como castigo a los somatenes y al haber querido adoptar estos una estructura militar, sus funciones en su mayor parte pasan a ser absorbidas por las Milicias Urbanas creadas tomando como base el espíritu de los somatenes.

Durante las Guerras Carlistas luchan en los dos bandos. Tras la rendición del Castillo de San Fernando de Figueras, en poder de los carlistas, aparecen en el Principado de Cataluña una serie de partidas de bandidos, antiguos carlistas, que van hacer que el Gobierno Militar de Cataluña promulgue nuevas órdenes para volver a organizarlos, apareciendo las Reales Órdenes en 1855 y 1858, disposiciones y normas que les van a dar la organización y estructura. Con la llegada de la I República el Capitán General de Cataluña el 20 de marzo de 1873 nuevamente disuelve a la organización, que pronto volverá a resurgir por la nueva reaparición de las partidas carlistas, promulgando el  23 de septiembre de 1884  la orden que les dio el empuje definitivo creando su lema “Paz, Paz y Siempre Paz”, pasando a ser sus objetos principales los siguientes:

“Conservar y asegurar la tranquilidad del país, hacer respetar las leyes, obedecer a las autoridades establecidas y perseguir, aprehender y exterminar cualquier clase de faccioso, ladrones y malhechores que turben o intenten turbar la paz”.

Ya a finales del siglo XX va ser cuando comienza a propagarse esta institución al resto de España, comenzando por las ciudades y pueblos de Aragón y llegando a su máxima expansión en el reinado de Alfonso XIII durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que promulgará el reglamento de 31 de diciembre de 1929.

Al no haberse investigado esta institución en Baleares no se conoce su historia reciente con la exactitud que merece un trabajo riguroso, o por lo menos yo no lo conozco en el momento de escribir este pequeño artículo, sólo conozco pequeños retazos que he extraído de aquí y de allí que nos pueden servir para darnos a conocer un poquito mejor quienes eran estos hombres, los Somatens.

El origen del somaten en las Islas Baleares, o su espíritu, quizás sea más antiguo si cabe que el catalán. Si la palabra som-atent es catalana, la institución con uno u otro nombre es universal, y nace al agruparse hombres honrados para su defensa cuando la necesidad así lo exigía, formando una institución supletoria a las del orden público, confirmando su existencia el cumplimiento de la ley.

En las Islas Baleares el peligro venía del otro lado de los mares y el somatén que aquí se llamó Milicia tenía por objeto acudir en socorro de los pueblos del litoral cuando eran invadidos por los piratas berberiscos procedentes del norte de África. Para ello, los hombres de cada villa estaban a las órdenes de un Capitán que debía conducirlos al punto atacado, pero todo lo concerniente a municiones, víveres y disposiciones de orden corría a cargo de los Jurats, que formaban un organismo de carácter civil semejantes a los actuales ayuntamientos. Estos hombres, comprendidos entre los 16 a 60 años, tenían la obligación de salir y prestar asistencia al son de la Via fora y replique del esquilón (campanas).

La expresión de Via fora (todos a la calle) era la señal convenida para ayudar a la justicia, haciéndose en poblado al toque de campana y con caracol (corn) en el campo, estando obligados todos a salir con sus armas y seguir al Via fora.

Narciso Canal, Cabo del Partido de Palma en enero de 1925 escribía en el boletín núm. 1 Paz, Paz y siempre Paz:

“Donde ocurra algo que requiera abnegación y altruismo, allí debe estar el Somatens. La vida y la hacienda de los ciudadanos, la salud pública, la normalidad de funcionamiento de los servicios públicos y todo cuanto tienda al bien común en cada pueblo, tiene su garantía en el Somatens........Es el Somatens un ejército voluntario de hombres abnegados dispuestos a todos los sacrificios siempre en busca del bienestar y la paz y siempre atentos y preparados para defender el orden”

Para el buen funcionamiento de la Institución esta disponía de una estructura jerarquizada, compuesta por una Comisión Organizadora con personal civil y militar, con un Presidente cuyo cargo recaía en el Capitán General de las Baleares y cinco vocales, apoyados por un Coronel segundo jefe, un Comandante secretario, tres Capitanes y un oficial de oficinas militares; el territorio balear queda  dividido en Partidos, Distritos y Barrios a cargo de un respectivo jefe con la denominación de Cabo y un ayudante con la de Subcabo bajo cuyo mando estaban los somatenistas.

A pesar de que no dispusieron de uniformidad, estando terminante prohibido el uso colectivo de cualquier prenda que implicase señal alguna de la misma, si tenían reglamentado el uso de un distintivo que los identificaba como componente de la institución armada y grado de jerarquía que tenían en la misma.

El emblema en Baleares fue el adoptado por la Comisión Organizadora, que consistió en el escudo de Mallorca orlado de corona laurel con el lema “Paz, Paz y Siempre Paz”.

Los atributos jerárquicos para sus componentes fueron:

General Inspector Regional y Comandante General

Distintivo.- Emblema esmaltado, así como los adornos que lo rodea, destacándose sobre un fondo circular de 45 milímetros de diámetro, construido sobre cuatro lazos, formando cruz, de cinta de moaré de seda, de los colores nacionales y de 20 milímetros de ancho y otros cuatro de los mismos colores y cinta, puestos en sentido inverso, cubriendo los ángulos formados por los brazos de la cruz, y unidos a las puntas interiores, dos pendientes rematados con un fleco de oro. Lámina I. Dibujo 1.

Se portaba este distintivo al lado derecho del pecho, a la altura del segundo botón.

Después de cesar en el cargo, podían continuar con el uso del distintivo, previa credencial expedida por el inspector regional, debiendo ostentarlo en el lado izquierdo.

Banderín.- Para actos oficiales utilizaba en el automóvil un banderín triangular, de paño blanco, de 25 cm de ancho por 50 cm de largo, en cuyo centro bordado portaba el emblema regional de la Institución. Lámina I. Dibujo 2.

Vocales.

Distintivo.- El mismo que el General Inspector Regional y Comandante General. Lámina I. Dibujo 3.

Bastón de Mando.- Con puño y borlas de oro; en su parte superior iba grabado el emblema regional de la institución. El bastón solo se utilizaba en actos oficiales y propios del Cuerpo, sin que tuviese otro significado que el del mando que se ejerce. Lámina I. Dibujo 4.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con tres pasadores de oro. Lámina I. Dibujo 5.

Auxiliares y Ayudantes de Campo del Inspector y Comandante General.

Distintivo.- El mismo que el señalado para las autoridades superiores de la Institución, suprimiéndose los pendientes con flecos de oro y el esmalte de la cinta enlazada en él laurel. Lámina I. Dibujo 6.

Al cesar en el cargo, podían continuar con el uso del distintivo, previa autorización expedida por el inspector regional y autorización de la comisión.

Cabos de Partido.

Distintivo.- El mismo que el de los Auxiliares. Lámina I. Dibujo 7.

Bastón de Mando.- Con puño y borlas de plata; y en su parte superior grabado el emblema regional de la institución. El bastón solo se utilizaba en actos oficiales y propios del Cuerpo, sin que tuviese otro significado que el del mando que se ejerce. Lámina I. Dibujo 8.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con dos pasadores, uno de oro y otro de plata. Lámina I. Dibujo 9.

Subcabos de Partido.

Distintivo.- El mismo que el de los Cabos, diferenciándose que iba sobre un lazo con los colores nacionales por detrás de él. Lámina II. Dibujo 10.

Bastón de Mando.- Sólamente cuando ejercían el mando accidental del Partido podían utilizar el bastón idéntico al del Cabo de Partido y en las mismas condiciones. Lámina II. Dibujo 11.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con un pasador de oro. Lámina II. Dibujo 12.

Cabos de Distrito.

Distintivo.- Escudo dorado, destacándose sobre una escarapela con los colores nacionales, de 33 milímetros de ancho, con un botón en su parte posterior para colocarlo en el ojal. Lámina II. Dibujo 13.

Bastón de Mando.- Con puño de plata y cordones de color avellana y borlas del mismo color, mezcla con hilo de plata, y en su parte superior grabado el emblema regional de la institución. El bastón sólo se utilizaba en actos oficiales y propios del Cuerpo, sin que tuviese otro significado que el del mando que se ejerce. Lámina II. Dibujo 14.

Era obligatorio para los Cabos de las capitalidades y voluntario para los demás.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con dos pasadores de plata. Lámina II. Dibujo 15.

Subcabos de Distrito.

Distintivo.- El mismo que el de los cabos de distrito, sustituyéndose la escarapela por un lazo de los mismos colores. Lámina II. Dibujo 16.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con un pasador de plata. Lámina II. Dibujo 17.

Cabos de Pueblo o Barrio.

Distintivo.- El mismo que el de los cabos de distrito, excepto que el emblema será de plata. Lámina II. Dibujo 18.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con dos pasadores negros. Lámina II. Dibujo 19.

Subcabos de Pueblo o Barrio.

Distintivo.- Igual que el de los de distrito, excepto que el emblema será de plata. Lámina III. Dibujo 20.

Cordón de arma corta.- Negro de pelo de cabra, con un pasador negro. Lámina III. Dibujo 21.

Individuos.

Distintivo.- Escudo bronceado, con un lazo con los colores nacionales. Lámina III. Dibujo 22.

Portafusil.- De tela, forrado y sin forrar, de los colores nacionales a lo largo, y en la franja amarilla llevará la inscripción de la región a cuyo Somaten pertenece. Este portafusil es obligatorio y ha de llevar el sello de la Comandancia respectiva o el del auxiliar de su partido. Lámina III. Dibujo 23.

Cuando algún Cabo o Sub-cabo portaba arma larga, está debería ir provista del citado portafusil.

Estaba terminante prohibido el uso colectivo de cualquier prenda que implicase uniformidad.

Personal militar con cargos en el Somatén regional.

Hebilla.- Para actos del somaten en las que se tuviesen que utilizar el uniforme militar con uso del cinturón con hebilla de gala, la militar se sustituía por una similar dorada con el emblema del somaten regional. Lámina III. Dibujo 24.

La institución tenía derecho al uso de Bandera, siendo su tamaño proporcional a la zona abarcada; sus medidas fueron:

Capitales de provincia: 190 x 155 cm.

Partidos: 150 x 120 cm.

Distritos: 120 x 70 cm.

Pueblos o Barrios: 90 x 50 cm.

Los colores eran la de la Bandera española, pudiendo portar junto al escudo de España el adoptado por la Comisión correspondiente regional y local. El de España iría a la derecha y el regional a la izquierda; las inscripciones estaban bordadas en hilo de seda negro.







Bibliografía:

Reglamento Orgánico para el régimen del Cuerpo Somatenes Armados de España, Islas Baleares y Canarias. 1925.

Reglamento de la Institución de Somatenes Armados, aprobado por Real Decreto de 31 de Diciembre de 1929.

Boletín oficial de los Somatenes Armados de Baleares. Paz, Paz y siempre Paz. Varios números.

Dibujos y láminas de Juan M. Bernal Jiménez.

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