sábado, 16 de febrero de 2013

Milicias Antifascistas de Mallorca. Agosto de 1936.


El miliciano de la lámina es de Son Servera (Mallorca) acaba de enterarse de que han desembarcado las tropas republicanas del capitán de aviación Alberto Bayo  en la zona de Porto Cristo y Punta Amer. Como buen republicano militante en Izquierda Republicana al enterarse del desembarco intenta unirse a las fuerzas desembarcadas.

Su uniformidad, si se puede llamar así, ya que viste totalmente de civil consta de:

Chaqueta  negra de tres bolsillos, dos grandes de abertura lateral y uno pequeño en la parte superior del lado izquierdo.  Camisa blanca.

Pantalones de color marrón.

Alpargatas de loneta blanca con suela de goma de neumático.

Sombrero de paja, portando en su contorno cinta con los colores de la bandera de la República y escudo frontal del municipio de Son Servera. Este sombrero era el clásico que los partidarios republicanos utilizaban en las fiestas y festejos relacionados con la proclamación de la República.

En el brazo izquierdo brazalete confeccionado para la ocasión, también con los colores de la República y distintivo del partido Izquierda Republicana triángulo con vértice invertido esmaltado en blanco y ribeteado de oro, en  cuyo centro porta las iniciales del partido IR en oro y timbrado con corona cívica.

Tanto el sombrero como el brazalete y alguna bandera, fueron las señales que escogieron a modo de distintivos para identificarse como tropas amigas ante los desembarcados.

En el brazo derecho escopeta de caza del calibre 12 y a la cintura canana con cartuchos.

Algunas de las fuentes que hablan del desembarco del capitán Alberto Bayo en Mallorca, citan a un centenar aproximadamente de mallorquines que en los días previos al mismo se habían enterado  de este por las noticias llegadas de Barcelona y estaban preparados para unirse a las fuerzas de desembarco. Al enterarse de que ya habían desembarcado, cogieron las armas que tenían a mano e intentaron unirse a los desembarcados pero pocos lo consiguieron ya que el control de carreteras y caminos de las fuerzas sublevadas fue muy férreo. Así mismo estas mismas fuentes citan que Bayo esperaba que se le unieran fuerzas simpatizantes a la República una vez efectuado el desembarco.

Bibliografía y archivos consultados:
Colección Zona Batida. 

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